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Para muchos ciudadanos y ciudadanas las elecciones europeas son algo que pasa desapercibido. Se tiene una sensación de lejanía y desapego que se apoya en el hecho de que muchos no saben, dicho llanamente, para qué sirven.

En este artículo vamos a poner negro sobre blanco y a hacerte reflexionar sobre la importancia de tu voto.

¿Por qué debo votar el próximo 9 de junio?

  • Está en juego el futuro de la Democracia Europea. El auge de los partidos de ultraderecha dibuja un panorama sombrío y amenaza con destruir los avances sociales, de convivencia y de tolerancia que tanto esfuerzo y vidas han costado.
  • El Parlamento Europeo aprueba leyes que nos afectan a todos. Da igual si regentas un pequeño negocio en Salou o conduces un taxi en Berlín, lo que se decida en las urnas afectará a tu entorno cercano.
  • Asistimos a desafíos globales que requieren de unión y políticas humanas. Contar con una Europa solidaria, que promueva políticas económicas y sociales para la clase trabajadora es algo que debería parecernos irrenunciable.
  • La democracia es algo que hemos conseguido entre todos y no debe darse por sentada. Acudir a las urnas y recordar al Parlamento que somos vigilantes de su cumplimiento es un honor y un derecho que no podemos permitirnos despreciar.

¿Cuáles son nuestras opciones?

Evidentemente el voto es secreto y libre, pero esa libertad debe estar sostenida sobre un conocimiento de lo que se vota. En caso contrario los populismos y las medidas discriminatorias irán ganando un terreno que ha costado mucho conquistar.

No se trata de votar izquierda, derecha o centro. Se trata de analizar qué me están proponiendo realmente los candidatos. ¿Su mensaje es coherente con lo que han hecho hasta ahora?, ¿Sus políticas suponen un bien para la mayoría y protege mis derechos?, ¿Proponen políticas de integración si formo parte de una minoría, soy mujer, inmigrante o tengo pocos recursos económicos?.

El cansancio del votante y su peligro

Puede que estés pensando en no votar porque creas que «todos son iguales», «no sirve para nada» o como método de protesta ante la mala imagen de la clase política. Y no seremos nosotros quien te culpe. Razones para criticarles hay muchas, pero pasar de ejercer tu derecho no mejora la situación.

Si tú no votas hay otros que sí lo harán. Otros que catalogan a las personas únicamente por su lugar de origen, que cierran fronteras, que promueven el odio al diferente y que ven en la igualdad una amenaza con la que hay que acabar. Otros convencidos, por ejemplo, de apoyar a las multinacionales a ciertos lobbies empresariales o a la clase más rica.

Únicamente ejerciendo nuestro derecho al voto podemos hacernos escuchar en Europa.

Al volante de Europa

Si tratamos de aterrizar todas estas ideas en nuestro sector, el taxi, es fácil discernir que nos conviene apoyar a fuerzas políticas cuyo programa electoral apueste por la defensa de los Servicios Públicos. Todos tenemos en mente esas grandes corporaciones como Uber o Cabify, que progresivamente nos van comiendo terreno con prácticas denunciables y con la más absoluta impunidad.

Y si quieres que eso cambie este próximo 9 de junio no puedes quedarte en el sillón de casa. Acude a tu colegio electoral y vota con responsabilidad, por ti mismo y por los tuyos.

Porque si tú no votas otros lo harán.