Desde hace una década el sector del Taxi en España ha tenido que enfrentarse a constantes cambios y nuevos escenarios causados por la incursión de un nuevo modelo de negocio. La aparición en escena de los VTCs (Vehículos de Transporte con Conductor) supuso un revulsivo tanto por su novedad como por la falta de una legislación adecuada.
Los tradicionales ‘taxistas’, que ejercen un Servicio Público y están regulados por las Administraciones, empezaron a competir con conductores asalariados e inmersos en un modelo laboral sumamente precario.
Estas empresas nunca han cumplido máximas básicas, como ejercer únicamente un servicio de pre-contratación, y poco a poco (muchas veces con la connivencia de las administraciones) han ido ganando espacio, amparados además por leyes insuficientes y ambiguas.
Otro de los grandes incumplimientos alude a la calificación de estos vehículos que mayoritariamente están clasificados como particulares, de manera que no cumplen con las correspondientes revisiones y pagos de impuestos, tal y como debe hacer un taxi.
De esta forma, se pone en jaque la seguridad del usuario y del propio trabajador que acepta las reglas de una compañía centrada únicamente en el lucro. Además, estos empleados desconocen en muchas ocasiones la normativa más básica y se dejan llevar con fe ciega por aplicaciones móviles que no siempre resultan fiables.
Todo esto repercute en un servicio de menor calidad y mayor siniestralidad. Desde Élite Taxi estamos centrados en ejercer una presión necesaria y responsable mediante reuniones con los diferentes partidos políticos y organismos, denuncias administrativas y una presencia y apoyo constante a las causas judiciales abiertas relativas al sector.
Retos pendientes
Actualmente hay mucho por mejorar y ante lo que estar vigilantes si queremos que situaciones como la ocurrida en la pasada Feria de Abril en Sevilla no vuelvan a repetirse.
Un ejemplo es la igualdad jurídica mal entendida refiriéndonos a que cada municipio cuenta con su propia idiosincrasia y por ello, una jurisprudencia única como puede ser la cuota 1/30 , puede ser desde adecuada a totalmente injusta en función de la ciudad de la que hablemos.
Otro punto pasa por conseguir que los cuerpos de seguridad ejerzan su potestad cuando se presencian infracciones por parte de estos vehículos.
Son solo dos ejemplos de la larga lista de mejoras pendientes en el sector y que se irán consiguiendo solo si alzamos la voz y velamos por el cumplimiento de un Servicio Público de calidad.